sábado, diciembre 17, 2011

Matando ideas

3 comentarios:

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  2. Ahora lector, te he contado mi sueño;

    veamos si puedes interpretarlo,
    por tu bien o el de tu prójimo. Pero cuidado
    con malinterpretarlo; pues ello, en lugar
    de hacer bien, no hará sino perjudicarte.
    El mal brota de las malinterpretaciones.
    Ten cuidado, también, de no ser extremo
    al jugar con el envoltorio de mi sueño.
    No permitas que una figura o símil
    te haga granjear risas o enemigos;
    eso dejáselo a los muchachos y a los locos; en cuanto a ti,
    observa la sustancia de mi asunto.
    Aparta las telas; mira dentro de mi velo;
    da la vuelta a mis metáforas y no fracases.
    Allí, si las buscas, encontrarás lecciones
    útiles a una mente honesta.
    Ante cualquier escoria mía que encuentres, sé valiente y
    al apartarla, quédate con el oro.
    Pues mi valor va envuelto en su veta.
    Nadie descarta la manzana para quedarse con el corazón.
    Pero si renuncias a todo por considerarlo vano,
    me temo que habré de soñar de nuevo.

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  3. La verdad es tan maleable que conseguirás que te diga justo todo lo contrario.

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