El Torrente de las Palabras, dicho sea de paso, desciende atronadoramente desde el Mar de las Historias hasta desembocar en el Lago de la Sabiduría, cuyas aguas se hayan iluminadas por la Aurora de los Días, y en cuyo Lago nace el Río del Tiempo. El Lago de la Sabiduría, como es sabido, se halla a la sombra del Monte del Conocimiento, en cuya cima arde el fuego de la Vida. Esta vital información relativa a la geografía -y de hecho la existencia misma- del Mundo Mágico permaneció oculta durante milenios, guardada por unos aguafiestas embozados que se hacían llamar los Aalim, o los Doctos. Con todo, ahora el secreto ya había salido a la luz. Lo había dado a conocer al gran público Rashid Khalifa en muchos y célebres relatos. En Kahani, pues, todos sabían de sobra que existía un Mundo de la Magia paralelo al nuestro no mágico, y de esa Realidad procedían la Magia Blanca, la Magia Negra, los sueños, las pesadillas , los cuentos, las mentiras, los dragones, las hadas, los genios de barba azul, las aves mecánicas capaces de leer el pensamiento, los tesoros enterrados, la música, las fábulas, la esperanza, el miedo, el don de la vida eterna, el ángel de la muerte, el ángel del amor, las interrupciones, los chistes, las buenas ideas, la pésimas ideas, los finales felices, y de hecho casi todo aquello con cierto interés. Los Aalim, cuya idea del Conocimiento consistía en que era de su propiedad y demasiado valioso para compartirlo con nadie, probablemente odiaban a Rashid Khalifa por llevar el gato al agua.
Pero aún no es momento de hablar de gatos, por más que al final, nos guste o no, tengamos que hacerlo.
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ResponderEliminarEl Torrente de las Palabras, dicho sea de paso, desciende atronadoramente desde el Mar de las Historias hasta desembocar en el Lago de la Sabiduría, cuyas aguas se hayan iluminadas por la Aurora de los Días, y en cuyo Lago nace el Río del Tiempo. El Lago de la Sabiduría, como es sabido, se halla a la sombra del Monte del Conocimiento, en cuya cima arde el fuego de la Vida. Esta vital información relativa a la geografía -y de hecho la existencia misma- del Mundo Mágico permaneció oculta durante milenios, guardada por unos aguafiestas embozados que se hacían llamar los Aalim, o los Doctos. Con todo, ahora el secreto ya había salido a la luz. Lo había dado a conocer al gran público Rashid Khalifa en muchos y célebres relatos. En Kahani, pues, todos sabían de sobra que existía un Mundo de la Magia paralelo al nuestro no mágico, y de esa Realidad procedían la Magia Blanca, la Magia Negra, los sueños, las pesadillas , los cuentos, las mentiras, los dragones, las hadas, los genios de barba azul, las aves mecánicas capaces de leer el pensamiento, los tesoros enterrados, la música, las fábulas, la esperanza, el miedo, el don de la vida eterna, el ángel de la muerte, el ángel del amor, las interrupciones, los chistes, las buenas ideas, la pésimas ideas, los finales felices, y de hecho casi todo aquello con cierto interés. Los Aalim, cuya idea del Conocimiento consistía en que era de su propiedad y demasiado valioso para compartirlo con nadie, probablemente odiaban a Rashid Khalifa por llevar el gato al agua.
ResponderEliminarPero aún no es momento de hablar de gatos, por más que al final, nos guste o no, tengamos que hacerlo.
Salman Rushdie
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ResponderEliminarTierra incansable,
ResponderEliminarfirma
la paz que sabes.
Danos
nuestra existencia a
nosotros
mismos.
Carlos Piera
;_)
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ResponderEliminarNo tengo nada que decir,
ResponderEliminary lo digo.
Eso es poesía.
John Cage