jueves, mayo 28, 2009

Suicidio 2 (o como mi osito perdio la cabeza)

Pero todo fue inútil... para evitar males mayores le quité la piedra. Pero al dia siguiente volví a encontrar otra escena aún más terrible.

Menos mal que como buen hijo de costurera, aún se dar un par de puntadas. Y tras reparar los daños, me dispuse a hablar muy seriamente con mi osito.

-Está bien oso, vamos a hablar. ¿Qué es exactamente lo que te preocupa?

-Pues mira Telémaco. Fundamentalmente me pasa lo mismo que ya le ocurrió antes a Douglas Harding, de repente me di cuenta de que podía ver mis piernas, mis brazos, mi tronco, pero no mi cabeza. Desde mi punto de vista, desde mi propia perspectiva no tengo cabeza. En vez de cabeza no hay nada--sólo un espacio despejado y vacío. Y en este espacio está el mundo, ¡justo ese debe ser el centro del mundo!.
He "perdido la cabeza pero he ganado el mundo".

Ante esto ¿qué podía decir?

4 Comentarios:

ALyCie dijo ...

Entre salirse por la tangente
o salirse por la tajante,
yo creía que no había diferencia,
que era una forma de hablar.
Pero, no, son dos cosas bien diferentes.
¡Salud y puntos de sutura!!

Antonio dijo ...

¿Estará haciendo apología del suicidio o pidiendo disculpas? Lo digo por los acentos.
Aunque pueda pedir una ayuda a la dependencia del osito, no se la darán para promover la autonomía personal ;)
Así que podría adoptar un gatito, por que vamos a borrar del Diccionario el palabro Dimitir.

Fernando García Pañeda dijo ...

Ciertamente, por lo que dice y hace es que no tiene nada en la cabeza. En eso se parece más a muchos humanos que a los osos.

Unknown dijo ...

ALyCie no te preocupes que los osos de peluche no sangran... excepto en los días del periodo.

Antonio ... se puso a pensar y pasó lo que tenía que pasar.

Fernando es que está criado entre humanos y... todo se pega menos la hermosura.