miércoles, febrero 13, 2008

Temed a los elefantes

Un hombre, elegantemente vestido, estaba parado en medio de la calle, sujetando entre las rodillas con gran esfuerzo un maletín de cuero negro. Cada diez segundos, miraba a su alrededor y daba una fuerte palmada.

Otro hombre, que pasaba por allí, se detuvo junto a aquel y permaneció un largo rato mirándole extrañado de su comportamiento, al fin se atrevió a preguntar por qué lo hacía.

El hombre le respondió: ‘Para espantar a los elefantes’.

‘¿Elefantes? ¡Pero si aquí no hay ningún elefante!’, exclamó el segundo hombre.

Y el primero contestó: ‘¡Claro! ¿es que no ve usted que los estoy espantando?(1)

Decía Groucho Marx que "la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados", pero lo que no podía imaginar es que a veces en lugar de encontrar problemas que solucionar... se los inventarían. ¡Cosas del razonamiento circular!(2)

(1) Adaptación libre de un texto de Paul Watzlawick (El arte de amargarse la vida)
(2) El remedio aquí

8 Comentarios:

Antonio dijo ...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Antonio dijo ...

Tres amigos, llamados Tonto, Nadie y Ninguno, salen a dar un paseo por el bosque.

Llegando a un claro, Nadie cae dentro de un pozo muy profundo. Ninguno, grita: "Ve a buscar ayuda mientras intento rescatarlo".

Tonto va corriendo y encuentra a un policía.

"Gracias a Dios que le encuentro- dice-; Nadie ha caído a un pozo y Ninguno le está ayudando"

-Pero.., ¿Ud. es Tonto?
-Sí, ¡Encantado!

.

Antonio dijo ...

Al suprimir el "No" del título, el contexto del mensaje ha cambiado significativamente, ¿no?.

http://es.youtube.com/watch?v=i6eLvSTp23w

WFT?)

Antonio dijo ...

Con su permiSo; FinDeSemana de descanso;)

DD

Un abrazo

Antonio dijo ...

Sobre comunicación y elefantiasis política, tengo varios amigos con algunas letra para la Marcha Real, de p.m., y no las han elegido.
Pero buenas, de verdad.

Anímate.

mpiryko dijo ...

Conocí a tres chicos, se llamaban Fulgencio, Remigio y Anselmo. Tenían el mismo problema en todas las discotecas a las que iban, les perseguían sus propios nombres-elefantes, que tenían que ahuyentar, aunque ellos, no los veían, los demás, si.
¡Salud!

Unknown dijo ...

no-no ¡estoy aquí!, pero con muy poco tiempo, muy poca libertad y muy poco ánimo para atender al blog.

El "no" se lo quité porque me dí cuenta que a los que hay que temer son a los elefantes (y no los asnos) que asustan a todo bicho viviente usando elefantes virtuales, asustan incluso a los elefantes.... y todo para quedarse con la mejor tajada, o incluso con la tarta entera si puede ser.

mpiryko me ha gustado tu historia.
¿No llevarían calcetines blancos?, es que los que lo llevan son incapaces de ver a los elefantes.

Antonio dijo ...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.