En 1950
J.S.Bach había perdido mucha vista, y por eso el prestigioso cirujano John Taylor le convenció para operarle el 27 de Enero de 1750.
Y Bach quedó casi ciego después de la operación. Pero el doctor le convenció de que con una segunda operación se arreglaría y el 4 de Abril volvió a operarle, y esta vez se quedó ciego del todo. No sin antes soportar el tratamiento que le puso el doctor Taylor (una mezcla de bálsamo del Perú y agua caliente aplicada directamente a los ojos, colirio de sangre de paloma, sal quemada, y azúcar pulverizada, además de sangría y laxantes).
Al cabo de unos meses, de repente, un día recuperó la vista. Ante tal sorpresa Bach se emocionó tanto que, el mismo día 28 de Julio a las ocho de la tarde, sufrió un ataque de apoplejía y murió al cabo de 10 días.
El mismo doctor Taylor, ocho años después también operó a
Händel y también con el mismo catastrófico resultado.
Es decir que el doctor Taylor se cargó a mis dos compositores favoritos. Como dicen en mi pueblo, ya le había podido comer la mano un cerdo.
La
misa en Si menor de Bach es, sin duda, una de las piezas que hay que escuchar antes de morir. Si alguno aún no la ha escuchado, hoy no es un mal día para hacerlo.
3 Comentarios:
ma ra vi llo sa
Julio 1º: “hoy he vagado sin rumbo. Tras de mí, paso a paso, el dedo de Dios. Lo he sentido a todo momento. Dos veces se me ha clavado en la nuca”.
amplíe su vocabulario: http://es.wikipedia.org/wiki/Iatrogenia
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