Reclamación
Muy Señor/a mío/a:
El pasado mes de Marzo del 2009, cuando residía en el infierno, encontré y atravesé una puerta, que por su recargada decoración y sobre todo por el simbolismo de sus ornamentaciones, parecía indicar que era la puerta de salida del infierno.
En toda la publicidad que ustedes llevan realizando en diversos medios de comunicación, desde hace ya mas de 2 milenios, atravesarla reportaría una serie innumerables de ventajas. Y especialmente una ausencia de tormentos y crujir de dientes.
Desgraciadamente, al otro lado de la puerta, hemos seguido encontrando prácticamente los mismos lamentos, lloros, gritos, sufrimientos y tormentos que se daban en el infierno. Lo cual confirma nuestra sospecha de que el infierno no es más que un estado mental y que para encontrar la salida no hay que buscar puertas fuera, sino buscar en nuestro interior.
En consecuencia, reclamamos daños y perjuicios por el no cumplimiento de las condiciones ofrecidas por ustedes en su publicidad engañosa, que nos ha hecho perder una gran cantidad de tiempo y esfuerzo..
Espero su respuesta, comunicándole que si en un plazo prudente no se produce, iniciaré otro tipo de gestiones.
Le saluda atentamente,
3 Comentarios:
Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades para Julian Assange.
Se recuerda al señor Sisifo, que en la clausula 5ª, parrafo 2º, se le indica El "contratado" se ve obligado a pasar previamente por un periodo de prueba determinado por la formula: capacidad de trabajo x inconvenientes / paciencia; que sera deteminado siempre el dpto de Circunstancias .
Se le recuerda tambien al Sr Sisifo, que nunca se le prometio un paraiso, si no un cambio de estado animico, que sin embargo por la actual coyuntura la empresa no garantiza"
Animo Sisifo, por lo menos ahora ya sabemos por que los perros dan tantas vueltas para acostarse siempre en el mismo sitio.... Un abrazo.
jofegaber ¡maldita letra pequeña! Esto me pasa por marcar la casilla "He leído y acepto las condiciones generales y los términos de uso” sin pasar media hora leyendo párrafos más incomprensibles que el impreso de la declaración del IRPF.
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