Tratamiento génico
Hace unas semanas Julen comentaba acerca de un informe muy interesante realizado por The Aspen Institute acerca del cambio de paradigma en la economía de Push a Pull.
Todo el mundo se da cuenta de que el mundo en que vivimos hoy en día no es el mismo mundo en que vivíamos hace 25 o 30 años.
El poder, en una economía con exceso de demanda y escasez de oferta, como ocurría hace algunos años, reside en las empresas, pero ahora vivimos en una economía con exceso de oferta y en este escenario el poderoso es el mercado.
Quién sepa adaptarse a la nueva economía cambiará sus modelos y se replanteara de nuevo casi todo. Pues ¿que otra cosa se puede hacer si han cambiado las reglas del juego?.
En tiempos de exceso de demanda la estrategia ganadora era hacer lo máximo que se pudiese y empujarlo al mercado. La selección natural provocó que sobrevivieran las empresas que hicieron exactamente eso.
Desde hace unos años el mundo ha cambiado, la globalización y el propio desarrollo de la economía ha hecho que para casi todos los productos exista un exceso de oferta y ahora el poder está en manos del mercado. Por eso lo eficiente ahora es centrarse en hacer solamente lo que el mercado pide.
Pero es sumamente complicado que las empresas que triunfaron, siguiendo las reglas contrarias, puedan adaptarse a este cambio de modelo, pues implica cambios radicales en el ADN de la empresa (la estructura, la toma de decisiones, el flujo de información, la remuneración, los índices controlados, la cultura empresarial).
De hecho muchas empresas al ver que se reducen sus beneficios, en gran parte debido a su inadaptación a las nuevas reglas del mercado, reaccionan intensificando sus actividades "push", como por ejemplo actividades como el telemarketing (que no es otra cosa que el spam telefónico).
Sabemos que es difícil, pero les rogaría que se adaptasen y dejasen de molestar. Si hace falta hacemos una asociación de afectados y les financiamos un tratamiento génico.
Todo el mundo se da cuenta de que el mundo en que vivimos hoy en día no es el mismo mundo en que vivíamos hace 25 o 30 años.
El poder, en una economía con exceso de demanda y escasez de oferta, como ocurría hace algunos años, reside en las empresas, pero ahora vivimos en una economía con exceso de oferta y en este escenario el poderoso es el mercado.
Quién sepa adaptarse a la nueva economía cambiará sus modelos y se replanteara de nuevo casi todo. Pues ¿que otra cosa se puede hacer si han cambiado las reglas del juego?.
En tiempos de exceso de demanda la estrategia ganadora era hacer lo máximo que se pudiese y empujarlo al mercado. La selección natural provocó que sobrevivieran las empresas que hicieron exactamente eso.
Desde hace unos años el mundo ha cambiado, la globalización y el propio desarrollo de la economía ha hecho que para casi todos los productos exista un exceso de oferta y ahora el poder está en manos del mercado. Por eso lo eficiente ahora es centrarse en hacer solamente lo que el mercado pide.
Pero es sumamente complicado que las empresas que triunfaron, siguiendo las reglas contrarias, puedan adaptarse a este cambio de modelo, pues implica cambios radicales en el ADN de la empresa (la estructura, la toma de decisiones, el flujo de información, la remuneración, los índices controlados, la cultura empresarial).
De hecho muchas empresas al ver que se reducen sus beneficios, en gran parte debido a su inadaptación a las nuevas reglas del mercado, reaccionan intensificando sus actividades "push", como por ejemplo actividades como el telemarketing (que no es otra cosa que el spam telefónico).
Sabemos que es difícil, pero les rogaría que se adaptasen y dejasen de molestar. Si hace falta hacemos una asociación de afectados y les financiamos un tratamiento génico.
5 Comentarios:
Cierto, cierto. Y es que hay veces que te paras a pensar como una empresa con tanta gente con tantos estudios, tantos consejeros delegados y tanto personal no sea capaz de darse cuenta de cosas que la mayoría de los consumidores consideramos básicas. ¿Acaso es que ellos no consumen? En fin, esto creo es aplicable a todas las empresas, vendan lo que vendan.
Es cierto que a mí me molesta que me vengan a vender algo. Quizás es que hoy en día tenemos la posibilidad de acceder a lo que nos interesa.
Pienso muchas veces que ese tipo de marketing debería resultar antiproducente para quien lo hace. A continuación me digo: Bueno, si lo siguen haciendo será ¡porque les da resultado! Y quizás tu reflexión sea acertada: no les da resultado pero.. es que ¡¡no saben hacer otra cosa!!
Creo que el mercado está pidiendo a voces un contestador inteligente que reenvíe esas llamadas al inventor del engendro
¡Pues ya somos 4 para la asociación! ¿Cuanto costará el tratamiento?.
Archi también me hago yo a menudo la misma pregunta, ¿la gente que decide estas cosas no es consumidora? ¿a ellos no les molesta que le llamen a casa una vez al mes para intentar venderles un filtro de agua? ¿o creen que lo que les molesta a ellos no molesta al resto de consumidores que somos mucho menos inteligentes y sofisticados que ellos?.
Nice ese que comentas es es punto débil de mi reflexión, algunos de los que hacen telemarketing son los bancos y aumentan sin parar sus beneficios. Pero pienso que esto debe ocurrir a pesar de esas actividades, que a la larga y globalmente, no puedo entender que sean rentables.
Muxfin si no es demasiado caro yo me compro uno. Lo malo es que suelen llamar ocultando el número, sino les llamaba yo manualmente a diario para venderles mi cortacesped.
Ya somos cinco. Vaya tiempo y dinero perdido para las empresas que practican el telemarketing. Salvo para las personas que no saben decir NO (pienso en los mexicanos) no creo que le saquen ningún rendimiento.
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