miércoles, julio 26, 2006

Etiquetas

...decía Magritte, y no le faltaba razón.

Lo que hay a la derecha NO es una pipa, sólo es la representación de una pipa.

Puede parecer una trivialidad, pero los seres humanos constantemente sustituimos la realidad (que nos parece demasiado compleja) por una representación simplificada y olvidamos la diferencia.

Para ello etiquetamos todo, etiquetamos a todos y también nos etiquetamos a nosotros mismos.

El proceso de etiquetarnos a nosotros mismos arranca ya en la infancia asumiendo las etiquetas que nos colocan los demás. Pero con frecuencia el proceso se invierte, y en lugar de asumir las etiquetas que se adapten a nuestra forma de ser, cambiamos nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento para adaptarnos a las etiquetas que ya llevamos puestas.

Nos pasamos la vida actuando en una larga obra de teatro, representando el papel que hemos elegido o que nos hemos visto forzados a elegir. Adaptamos la realidad a lo que los demás esperan que hagamos, de acuerdo a todas las etiquetas que llevamos colgadas y que ocultan totalmente a nuestro verdadero ser.

Ni siquiera percibimos todo aquello que no es coherente con el papel que continuamente representamos.

Me da la impresión de que todo esto es inevitable, pero si al menos fuesemos conscientes de que "Esto no es una pipa", de que "Ninguna etiqueta puede definir a un ser humano" y de que "La vida es puro teatro", nos tomaríamos la vida menos en serio, evitaríamos muchos problemas y nos divertiríamos mucho más.

5 Comentarios:

Oprolmio dijo ...

Presumo que esa es, en verdad, la gran incógnita de nuestra vida. Hasta que punto nuestro proceder se guía por lo que nos dictan esas etiquetas que llevamos colgadas, y no por lo que real e íntimamente deseamos o nos haría felices.
Aunque, ¿sabemos lo que nos haría felices verdaderamente?

Fernando García Pañeda dijo ...

Pero así como cuando vas a comprarte una chaqueta no te limitas a mirar la etiqueta antes de comprarla, sino que te la pruebas y compruebas que es de tu agrado y te sienta bien, también cuando te encuentras con otras personas no te limitas a mirar su etiqueta. Eso evita y da bastantes sorpresas.

Lula Towanda dijo ...

Me alegro de ser una mala actriz, por eso no actúo, "soy asín", sobrevivo y tengo amigos.
Como me decía una amiga esta semana, "soy un pack completo y desde ahora el que lo acepte, bien, y el que no, que se aparte cuanto antes mejor".

Unknown dijo ...

oprolmio estoy casi seguro de que no lo sabemos. Lo que pensamos que nos haría felices nos defrauda cuando lo conseguimos, la mayoría de las cosas sólo tienen valor cuando son deseadas y lo pierden al ser conseguidas.

Pero si miras en el fondo de tu persona, encuentras cosas que te hacen feliz, pero son tan pequeñas que la razón y los prejuicios las oculta avergonzada.

Fernando muy buena estrategia. De todas formas siempre tengo la duda de si las etiquetas no condicionan los juicios de valor posteriores, a lo peor son sólo un simulacro para tranquilizar a la conciencia.

palabras errantes nos iría mejor sin duda. Lo malo es que suele ser muy dificil ser nosotros mismos sino es en relación con los demás.

Pero personalmente no tengo ninguna duda de que prefiero a las gentes "auténticas" que enfocan sus esfuerzos en intentar ser ellos mismos en lugar de hacerlo en reforzar su imagen ante los demás.

Lula me encanta como eres. Respecto a lo que decía tu amiga, también tengo yo un amigo que me decía algo casi idéntico: "No se puede abrir el paquete o te llevas todo el lote o no te llevas nada".

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo ...

Dura lucha contra el "tag world" que nos ha tocado vivir. Etiquetar parece que forma parte de comprender el mundo. Es complejo asunto el de la utilidad y el reduccionismo de la etiqueta.
Catalogar es una forma de comprender, pero supongo que también de simplificar, perder detalles, homogeneizar y cosas por el estilo.
Un saludo,
Julen