lunes, mayo 29, 2006

Declaración de principios

Desde que conozco el blog de Andrés, he sentido admiración por él y por su trabajo. Pero desde aquel día en que tuvo la valentía de exponer claramente ideas politicas, aún sabiendo que no iban a gustar a todos los seguidores de su blog, tengo un motivo más para admirarle (admiro su honestidad y valentía aunque no comparto sus ideas políticas, ¿verdad que soy raro?).

Hoy siguiendo su ejemplo, me apetece olvidarme de las reglas de lo políticamente correcto y decir exactamente lo que me apetece decir, aunque soy consciente de que algunos lectores de este blog estarán en franco desacuerdo.

Según la filosofía de vida que todos hemos recibido, y seguimos recibiendo cada vez forma más insistente y machacona, la vida es una competición, en la que sólo el vencedor merece respeto.

Cada vez se oyen con más frecuencia que "Sólo gana el primero, no hay lugar para segundos o terceros".

Y no se trata de una lucha por la supervivencia, no se trata de competir por el pan. Ni siquiera importa si aumenta o disminuye la calidad de vida. Sólo se trata de conseguir eclipsar al vecino, de tener más que él.

Pues aunque vaya contracorriente, yo me retiro de la competición, ya no quiero seguir jugando. Como aquel célebre chiste del gatito, -¡la leche, como cansa esto, yo follo una vuelta más y me piro!.

Me niego a seguir corriendo. Como juego está bien, como religión ya no me divierte.

Pero... ¿no te estimulan los retos? ,¿no te estimula la competencia? Si claro, pero no como dogma de fe, no como filosofía de vida. No quiero malgastar ni un minuto más de mi vida compitiendo.

Si en el cielo de los seguidores de esta nueva fe de la competitividad hay "numerus clausus" pues les cedo mi plaza. Pero les pediría que no molesten más retándo constantemente a todo el mundo a una carrera (amañada) cuya única meta es la tumba, dejar a la gente vivir en paz y disfrutar de la vida.

Quizás sea pedirle demasiado a aquellos cuya vida no tendría sentido sin ganar competir, pero ¿no podrían competir entre ellos sin hacer proselitismo?.

11 Comentarios:

Anónimo dijo ...

Bienvenido al club. Competir no es vivir, es competir. Y el trabajo es solo trabajo, la vida es otra cosa, y está ahi fuera.

chousas dijo ...

Yo me quedo en la grada escojonándome de los competidores y de los que los miran admirados ¿OK? Si es que para correr con traje, corbata y maletín hay que ser matao XD
Si, la competición está bien pero para jugar un rato no, como bien dices, como filosofía de vida.
Además, los nuevos dogmas de fe del Dios Mercado como que no me acaban de convencer.
Personalmente le tengo bastante más respeto a un ex-drogadicto que conozco y que se quedó en la cuneta de esa competición de la que hablan hace mucho mucho tiempo, que a muchos competidores natos que van de respetables por la vida (que bien pocos tienen las manos limpias).

LibertaCom dijo ...

La verdad es que cuando estas metido dentro no te das cuenta lo ridículos, absurdos e inútiles de la mayoría de los comportamientos que tenemos en plena competición. Pero :(
Si alguno da con la formula para salirse de la pista de una vez para siempre, que la ponga por aquí. Yo ya estoy cansado de luchar para no tener que seguir luchando.

Anónimo dijo ...

Puedes seguir corriendo, si te apetece, pero sin competir ¿no?

Fernando García Pañeda dijo ...

Estoy completamente de acuerdo. Sólo una precisión: luchar no es lo mismo que competir.
Por desgracia, en esta vida hay que luchar como condenados para sacar adelante ciertas cosas que merecen la pena (al menos, a mí me toca siempre). Se puede luchar por el pan, por amor, por tu familia, por dignidad, por sacar adelante un libro, por hilar una melodía que se te escapa...
Competir es otra cosa: se compite sólo por ser el number one.
De todas formas, como soy muy malo, me gusta que la gente compita, que compita mucho: cuanto más se devoren a sí mismos a más nos tocará a los demás. >:)

Nice Lazpita dijo ...

Para mí el problema es cuando vinculamos competición (competencia) con la consecución de algo externo. Si lo enfocaramos como consecución de algo interno (para nosotros) entonces su significado cambia.
Por otro lado, propongo la siguiente definición:
Competencia: esforzarse lo máximo posible para conseguir algo que deseamos comparándonos con otro (que hace de referencia) en base a unas reglas acordadas. El logro del otro me sirve de estímulo y motivación. Al final del proceso ambos podemos ganar (ganar/ganar).
Rivalidad: esforzarse lo máximo posible para conseguir algo que deseamos, arrebatándoselo al otro utilizando para ello las reglas o no. Ganar/perder. Para que yo gane el otro tiene que perder.

Yo prefiero la competencia a la rivalidad; está basada en un criterio de abundancia. La segunda de escasez.

Lula Towanda dijo ...

Pues yo me niego a competir, prefiero trabajar codo a codo que a codazos.
Eso no quiere decir que me resigne y que no luche por lo importante, pero si para tener algo es a costa de quitárselo a alguien, no lo quiero.
Mi jefes me dicen que soy rara y que no me entienden. Yo tampoco a ellos.

Anónimo dijo ...

El problema no es que no se quiera competir sino que hay gente que quiere "competir contra ti" y, claro, la liamos. Es como lo de las motos, que si son peligrosas y demás. Muchas veces el peligro no son las propias motos, ni los moteros, sino los otros que, por razones varias, hacen que la moto y/o el motero sufra las consecuencias. Pues aquí, igual.
El problema no es "escapar" (o intentarlo al menos) huir de la rueda de la competitividad, sino intentar conseguir huir de la dichosa rueda, que no te vea, porque si te ve va a ir a por ti. Por competir, simplemente.

Unknown dijo ...

mint me lo has quitado de la punta de la lengua. Es la frase que más digo últimamente, cuando algún compañero se pone nervioso o se siente deprimido "No te olvides que la vida está ahi fuera".

chousas parece que no tenemos remedio nos libramos de unos dogmas sólo para caer en otros. Yo también me sumo a los de la grada, estoy cansado.

libertacom la clave está en dejar de mirar sólo para adelante y para atrás y mirar lo que estámos dejándo a los lados. Como parece que de tanto correr tenemos algo de rigidez en el cuello, quizás se puede usar el truco de dar un paso lateral.

Has probado a ir a donde siempre vas en bicicleta o andando en lugar de en coche. Si lo has hecho habrás descubierto miles de cosas, y te habrás dado cuenta de que a la velocidad del coche y conduciendo se vuelven invisibles.

Lo explicaba de forma genial Lula en su post "Cuesta arriba".

joaquin of course!. Incluso puedes competir pero sin olvidarte de vivir y sin tomarlo como tu meta en este mundo.

fernando excelente precisión. Luchar por conservar lo que tienes, luchar por conseguir tus metas y tus proyectos, eso es vivir.

Pero competir.. que se peleen entre ellos, que se maten pero que respeten a los demás y al planeta.

En la línea de lo que dices,.. decía B.Rusell que no tenemos que preocuparnos, porque como los competidores están tan ocupados en su eterna carrera, no tienen suficiente tiempo de disfrutar de la vida y de tener hijos. Así que se extinguirán ellos sólos por falta de descendencia.

nice creo que sintonizamos totalmente.

Hay dos tipos de personas (o de estados de la misma persona) los que van por el mundo intentando "ser", crecer interiormente, transformarse y evolucionar, y los que van intentando "tener", coleccionando posesiones y rivalizando por aumentar la cantidad de lo que tienen.

Unos pretenden que sus relaciones sean ganar/ganar y los otros ganar/perder. En lo que difiero es que creo que se trata de estilos de vida, que no dependen del contexto o de si hay escasez o abundancia. Las personas más generosas que he conocido tenían una cosa en común, todas eran de extracción y posición social muy humilde.

Lula ya somos dos incomprendidos. Y yo tampoco los entiendo a ellos.

informático impasible tienes toda la razón. Para quitarselos de encima hay que aprender a esconderse. Un truco es aparentar que se acepta la carrera; cuando te adelanten a toda velocidad ya puedes parar y divertirte observando como se alejan.

Nice Lazpita dijo ...

Cuando hablo de criterio de abundancia me refiero a cómo vemos las mismas cosas: medio vacías o medio llenas.
Las cosas son, y somos nosotros las que las juzgamos como abundantes o escasas. Para algunos todo es escaso, insuficiente. Para otros, es suficiente y hay para todos. Es una cuestión de actitud ante la vida.

Unknown dijo ...

nice ahora te entendido correctamente.

Sintonizamos 100%.