miércoles, junio 14, 2006

Resistencia al cambio

Todo el mundo sabe que uno de los principales obstáculos en los proyectos de innovación es la resistencia al cambio de las personas......
  • ¿En serio?
  • ....
  • Si le subes el sueldo a un trabajador es un cambio. ¿verdad?.
  • ¿Se habrá dado el caso de alguien que se haya resistido?.
Lo que existe en realidad no es "resistencia a cambiar" es "resistencia a empeorar".

Porque la policia no es tonta, y cuando ve una colilla dice "aquí han fumado". Si 10 de cada 10 veces "cambiar" significa "empeorar" ¿es raro que haya "desconfianza"?.

Si los cambios se plantean de forma que tanto la empresa como los empleados salen ganando ¿porque motivo se va a resistir nadie?.

Si una empresa quiere que sus trabajadores se comprometan y estén motivados a luchar por el proyecto común de la empresa, existen dos soluciones:
  1. Contratar trabajadores tontos que renuncien a sus intereses personales y su tiempo a cambio de nada. Lo cual no es muy aconsejable dependiendo de las actividades de la empresa.
  2. Preocuparse por los intereses personales de sus trabajadores y buscar como hacer para crecer juntos, potenciar los intereses de los trabajadores de forma reciproca a como ellos se alinean con los de la empresa.
Hay que cambiar de una vez el modelo mental de las relaciones empresa-trabajadores, el único camino no es "yo gano - tú pierdes", ese quedó obsoleto .

¡No a la guerra!. Existe otro mundo posible, el "yo gano- tú ganas", ¿es tan difícil?.



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22 Comentarios:

luis.[tic616] dijo ...

Telémaco, con todo el afecto: creo que en este post eres un poco cándido y tendente al "tó er mundo es güeno".

Muchas veces la resistencia al cambio es porque:

1- se tocan privilegios. Claro que el cambio es para "empeorar", si lo entiendes como que el privilegio se le acaba a alguien.

2- hace aprender cosas nuevas, y eso no a todo el mundo le gusta. Estoy seguro que a mucha gente pasar de la máquina de escribir al procesador de textos en un ordenador le costó mucho - podría contar alguna anécdota de la mili (¡sí yo hice la mili ...!).

3- Hay miedo a que se "rompan" cosas. El "mejor no lo toques que ya funciona bien como está" es un buen ejemplo

4- a veces el que a alguien le toque trabajar más redunda en que la comunidad en general, u otro individuo en particular, trabaje menos.

De todas formas coincido contigo en que es frecuente que se genere desconfianza debido a que cambios en el pasado pudieran haber supuesto empeoramientos no justificados,

Lula Towanda dijo ...

tic616 ¿Que es un trabajador con privilegios? Para la empresa es el antónimo de un esclavo. No existe término medio. Seré tan ingenua como Telémaco pero para mi que los cambios van orientados en el 100% de los casos a que la empresa gane más. Si puede ganar más es porque tiene margen y si tiene margen es porque los trabajadores tienen muchos privilegios que se pueden recortar hasta reducirles a la condición de esclavos. Los cambios que me ha tocado conocer son “mejodas”, la propia palabra lo dice todo.
Al igual que Telémaco pienso que hay otras formas

Anónimo dijo ...

Pues Yo estoy con Tic... En esta vida tan solo prima la cifra que se firme en un contrato. Lo demás es accesorio. Cuando a un trabajador le subes el sueldo le estás dando más poder, más responsabilidad y, por otro lado, le vas a exigir más (tiempo y esfuerzo) y encima es que o has echado a otro o te han subido para pegarte con otros de ese nivel. ¿Y al final? Siempre gana la banca.

Alfonso Romay dijo ...

Yo más bien creo que la gente no se resiste al cambio en sí, sino a ser cambiado. Lo habitual es pensar "si no me afecta, no pasa nada..."

Lo realmente difícil, bajo mi punto de vista es la modificación de conductas y creación de una nueva cultura organizativa como consecuencia del cambio. Y esto va más allá que implantar un software o modificar la estructura.

Para evitar esa resistencia sólo se me ocurre que las personas comprendan, participen y disfruten de ese proceso. Comunicar con acierto los beneficios de la nueva situación e implicar. Cualquier otra cosa está abocada a fracasar...

Fernando García Pañeda dijo ...

Yo trabajo en una empresa, por así decirlo, sin ánimo de lucro, y pienso que la gente tiene miedo a los cambios, que no siempre son a peor. El cambio produce vértigo a mucha gente... incluidos los directivos y jefazos.

Anónimo dijo ...

Yo tuve un jefe que cada vez que le proponía un cambio me decía que allí no estaban para hacer experimentos. Gracias a esa filosofía ha perdido varios buenos profesionales. De todas formas los privilegios que habría que "tocar" son los de los grandes accionistas, consejeros delegados y toda esa,....gente que tiene esos grandes privilegios-retribuciones a cambios de ¿qué?. Además para que haya gente dispuesta al cambio tiene que haber otra dispuesta al no-cambio.

Anónimo dijo ...

Estoy con tic616 y con II. Creo que Telémaco y Lula, en este post, están en un exceso de "buenismo". Por supuesto que la empresa quiere ganar más dinero. Igual que el trabajador. Porque "la empresa" es, al final, de una/s persona/s, igual que el trabajador, pero que quizás un día decidió arriesgar lo que tenía y cambió cobrar un sueldo por pagarlos.

Respecto a los cambios, siempre generan desconfianza. Cambiar la máquina de escribir por un PC no parece que sea reducir a la esclavitud, pero recuerdo que la gente que lo vivió lo rechazaba totalmente.

Muxfin dijo ...

Estoy completamente de acuerdo con telémaco y Lula.
Creo que la clave ta tiene tochismochis cuando dice: "si no me afecta, no pasa nada...".
Por eso los que lo sufren, no suelen ser los que toman la decisión de hacer el cambio.
tic616 ¿Se te ha ocurrido pensar qué pasaría si a uno de tus clientes le presentas la oferta de reducirse el sueldo, atribuciones y/o privilegios?.

Anónimo dijo ...

Si el problema es cambiar a peor... ¿por qué no deja todo el mundo de fumar? ¿por qué no se apunta todo el mundo al gimnasio?

Me temo que lo de la resistencia va asociada a perder, suena muy bonito, pero es falso.

La desconfianza provoca que el "yo gano-tú ganas" se perciba habitualmente como "yo pierdo-tú ganas", ahí creo que es fundamental lo que comenta Tochismochis sobre la comunicar e implicar.

En cualquier caso, me preocupa ese cuento de los empresarios malos y explotadores, que maltratan a esos trabajadores, que son todo bondad y compromiso. Malnacidos hay en los dos bandos. Y, aunque parezca mentira, el empresario no siempre gana más que sus trabajadores, y cuando lo hace, me parece lógico, nadie asumiría riesgos si no le reportasen beneficios.

A los que están quemados siendo empleados, les animo a convertirse en emprendedores para hacer las cosas mejor que los que están ahora. Pero les advierto de que, a veces, las cosas son más difíciles de lo que parecen desde la barrera.

luis.[tic616] dijo ...

Lula, lo de privilegios interprétalo como lo que significa, no como quitarle derechos a nadie. Una empresa está para ganar dinero y si no desaparece. Lo que hay que conseguir es que una empresa gane más si trata mejor a sus trabajadores y lo demás caerá por su peso. En esto soy optimista ya que creo que nos está tocando vivir una época donde lo importante es la inteligencia de los empleados (en su sentido amplio del término), por lo que una empresa que quiera competir deberá ser atractiva para sus trabajadores. No será mañana, ni pasado lo sé, pero al menos está la base inicial.

Muy bien Jaizki, yo tampoco creo en esa cantinela de "malos que quieren explotar a los buenos", donde malos siempre son los empresarios y buenos los trabajadores. En mi experiencia personal me he encontrado los mayores cabr$%&/ precisamente en los trabajadores.

Muxfin, te digo lo mismo que a Lula. Privilegio significa eso, nada más. Precisamente si le propongo a un cliente que se baje el sueldo para igualarlo a otros que hacen objetivamente lo mismo , seguro que se "resiste al cambio". Pero la cuestión es si ese sueldo superior es debido al "privilegio" de ser el hijo de "alguien".

Saludos a todos. Este debate está bien

Unknown dijo ...

tic en este post intentaba ser un poco provocador pero creo que me he pasado. Es cierto que la existencia al cambio existe, de hecho creo que el funcionamiento de nuestro cerebro se basa en ella.

Pero detrás de muchos casos, simplemente está la ineptitud al comunicar los cambios o la desconfianza que se ha generado por culpa del modelo de empresa que se ha consolidado, en que el empresario está en una especie de competición interna con los empleados.

Con todo mi afecto, creo que no soy cándido, porque para los cándidos «todo sucede para bien en este, el mejor de los mundos posibles» y yo no estoy muy de acuerdo con esta premisa. De hecho, anhelo otro mundo mejor basado en la cooperación y no en la competencia.

Lula "mejodas" .¡que bueno! lástima que no pueda usarlo porque por aquí hay algún directivo gangoso y se lo tomaría por otro sitio.

informático impasible las leyes las inventamos para proteger al débil, para usarlas en último caso cuando no queda más remedio, pero no para que sean la guia de nuestros comportamientos, al menos esa es mi forma de pensar.

(Y en un contrato además de una cantidad se firman otra serie de derechos y obligaciones para ambas partes).

Pero ¿de verdad que no podemos buscar otras formas de relación que no se basen en el enfrentamiento?.

tochismochis estoy de acuerdo, hay que conseguir modificar las conductas y crear una nueva cultura organizativa. Y para ello el método que tu propones es el único posible.
Aunque implícitamente estás asumiendo que todos los implicados obtienen beneficios después del cambio (cosa que no siempre ocurre y que también es condición necesaria).

fernando efectivamente. Como le decía a tic616 me levanté un poco "provocador" y negué la innegable existencia de "la resistencia al cambio" que todos tenemos de forma natural. Perdonarme por la licencia "poética".

joaquin es que en esto ocurre como en lo de la edad, los consejeros delegados con casi 80 años a su espalda prejubilan a los de 50 porque dicen que están viejos, que en su empresa necesitan sangre nueva (¡será para hacerse una transfusión!).

Son seguidores de la doble moral de Nietzsche, la de los señores y la de los esclavos.

rafa no sé si darte las gracias o sacar mi espada y ponerme a la defensiva. Esto de que le acusen a uno de exceso de "buenísimo" es cuando menos paradójico.¿no?

Perdóname que no esté muy de acuerdo con tu visión de empresa. No creo que (normalmente) una empresa sea una especie de ONG que crea un trabajador un día que se levanta lleno de amor al prójimo y arriesga todo con el noble propósito de pagar sueldos.

Para mi, una empresa es una insitución compuesta por un conjunto de personas que colaboran y aportan algo de lo que tienen para un proyecto común, en que todos salen beneficiados.

Unos aportan capital, otros aportan conocimientos técnicos, otros aportan trabajo, tiempo,.....

Por supuesto que no me parece mal que ninguno de ellos quiera ganar dinero, pero consiguiéndolo a base de generar valor y aportárlo al mercado y no unos a costa de los otros.

Muxfin nos tienen rodeados, o convencemos a alguno para que se una a nuestros planteamientos o nos van a empezar a llamar "el trio de la bencina".

Unknown dijo ...

jaizki muy buenas preguntas. Creo que tiene que ver con que en realidad no tomamos las decisiones con la parte racional sino con la parte emocional. Pero no te lo puedo asegurar porque yo si que he dejado de fumar y aunque no me he apuntado al gimnasio hago bastante bicicleta.

En cuanto a que la desconfianza hace ver el "yo gano- tú ganas" como un "yo gano - tu pierdes" también estamos de acuerdo.

Pero la desconfianza no aparece sola, se podría decir (si me permites la licencia literaria) que la selección natural la ha potenciado a base de que sólo han sobrevivido los desconfiados... y esto es un síntoma claro de que estadísticamente son muchos más los casos en los que el desconfiado tenía razón en desconfiar.

También estoy de acuerdo contigo en que son tan preocupantes como falsos los "cuentos" de buenos y malos en la empresa. Tanto el que tú apuntas como el contrario.

Pero en lo que no estoy muy de acuerdo es en el mensaje de "si estás quemado, es porque quieres. No te quejes tanto y hazte empresario".

Como muestra y por ejemplo, mi caso:

<modo íntimo y personal>
"Soy ingeniero, porque es lo que me gusta ser. Aspiro a ser un buen ingeniero y un buen profesional. Me gusta la ingeniería, me gusta crear máquinas y aportar mi grano de arena al avance de la tecnología. Me gusta muchísimo más que organizar, controlar, planificar y gestionar una empresa.

También soy padre y aspiro a ser buen padre. Aspiro a poder seguir disfrutando de la vida compartiendo muchos momentos con mis hijos, mi mujer y mis amigos.

El poco dinero que tengo guardado está ahí como reserva para solucionar algún problema que me pueda surgir a mi o alguien cercano. No tiene sentido que lo arriesgue para conseguir más porque no necesito más."
</modo íntimo y personal>

¿me quita esto el derecho a quejarme y protestar cuando la empresa para la que trabajo intenta abusar de mi confianza?

¿me quita el derecho moral a opinar como deberían ser las relaciones laborales en las empresas?

¿mi trabajo y mi labor no tiene ningún mérito porque no he arriesgado mi dinero <modo mala leche> (y ni tan siquiera he heredado una empresa)</modo mala leche>?

Anónimo dijo ...

Telémaco, coincido totalmente en tu explicación de la parte emocional, precisamente por que no somos objetivos, aunque queramos convencernos de lo contrario, es por lo que vemos realidades diferentes.

Es cierto que la desconfianza no aparece sola, pero aparece en los dos sentidos. Tanto desconfía el trabajador del empresario como el empresario del trabajador, y los dos con la misma razón. Sólo en los entornos donde hay comunicación se palia en parte este problema, pero eso no puede ser sólo cosa del empresario.

En cualquier caso, la desconfianza como estrategia puede no ser tan buena en el largo plazo como pueda parecer. Sólo hay que revisar el dilema del prisionero.

Supongo que mi mensaje de "si estás quemado, es porque quieres. No te quejes tanto y hazte empresario", es también un mensaje provocador. Como el tuyo sobre el cambio.

Soy consciente de que las circunstancias personales de cada uno son diferentes, pero creo que todos podemos hacer más de lo que nos gusta reconocer para mejorar nuestra existencia. ¿Fácil? Yo no he dicho que lo sea, pero imposible tampoco. A veces toda la diferencia la hace cambiar las palabras. ¿Qué tal cambiar "es imposible" por "¿cómo podría hacerlo?"? Con la primera dejamos de pensar, con la segunda empezamos a pensar.

Unknown dijo ...

jaizki es curioso porque creo que estamos de acuerdo, aunque lo expresemos bajo dos puntos de vista distintos.

Sólo un pequeño matiz. Antes de hacernos la pregunta "¿Cómo podría hacerlo?" hay que hacerse otra "¿Quiero hacerlo?".

Nuestras vidas son complejas, ocupamos nuestro tiempo en un conjunto de actividades y relaciones con los demás (no sólo las laborales) que constituyen un SISTEMA. Normalmente no se pueden realizar cambios en una de las actividades o relaciones sin que se vean afectadas las demás.

Por ello en mi opinión lo inteligente es intentar valorar lo que el cambio va a afectar al SISTEMA entero y entonces decidir.

Aunque a lo mejor todo esto entra dentro de lo que llamamos "forma de ser". Y no tiene sentido dar lecciones a nadie sobre las estrategias que debe seguir para dirigir su vida.

Oprolmio dijo ...

No existe un mundo con buenos muy buenos y malos muy malos; ni los mayores cabr%&$ que puedas ver son empleados ni tampoco emprendedores; ni la condición profesional de alguien predetermina sus eventuales intenciones y actuaciones, aviesas o angelicales que sean. Es sorprendente que a estas alturas no tengamos claro ésto. Supongo que éste precisamente el sustrato de la desconfianza general a la que alude el título del post.
Saludos de un neofito bloguero.

Anónimo dijo ...

Telémaco, estoy de acuerdo contigo en que las vidas son complejas y los cambios afectan a todo el sistema. Y precisamente, como tú dices, hay que valorar lo que va a afectar el cambio antes de decidir. Por eso no te puedes hacer la pregunta "¿Quiero hacerlo?" al principio, te falta información para tomar esa decisión.

Lo primero es poner encima de la mesa tu situación, qué te molesta, qué te gustaría cambiar. Después, deberías empezar a pensar como mejorarla. Si encuentras un camino cuyas implicaciones no te gustan, y decides que no quieres hacerlo, deberías empezar a pensar en otro camino. Sólo cuando no te queden caminos deberías plantarte con lo que tienes.

Creo que la energía empleada en buscar caminos para mejorar es la más productiva.

Es posible que tenga que ver con la "forma de ser", pero no creo que ésta sea inmutable. Tenemos capacidad para cambiarla, y si la recompensa lo justifica, deberíamos hacer el esfuerzo.

Personalmente, no pretendo dar lecciones sobre cómo debe cada uno dirigir su vida, aunque a veces lo parezca. Sólo pretendo hacer ver que hay más opciones de las que solemos ver. Quejarse puede desahogarte, pero rara vez soluciona nada, por eso es mejor buscar otras formas de canalizar esa energía.

Oprolmio dijo ...

jaizki, planteas una situación ideal en la que olvidas por completo que venimos dirigidos en gran medida -lo queramos o no- por los hechos circunstanciales que nos rodean; eso que Ortega supo describir tan bién con tan pocas palabras. No existen dos necesidades iguales ni actitudes similares -o no tienen por qué existir, mejor dicho- para una idéntica situación.
Pero, aún admitiendo tu aséptico punto de partida, yerras, en mi opinión al equiparar 'acción' a 'mejora'. En infinidad de casos esa búsqueda de un camino alternativo resultara del todo infructuosa, incluso de modo interminable, y contando por supuesto con que el sujeto haya puesto encima de la mesa y sopesado -como indicabas- todo lo que alcance a su conocimiento sobre su situación, sobre lo que le molesta, sobre lo que le gustaría cambiar. Y digo así porque -y éste es otro punto importantísimo- resultan raros, rarísimos de verdad, los casos en que el sujeto conoce con certeza todas esas variantes/variables del propio ánimo y/o gustos.
Muchas veces, esa energía empleada para buscar caminos resulta de lo más autodestructiva: la búsqueda es el medio necesario en un determinado momento, no un fin en si misma como pudiera deducirse de tu escrito.
Por otro lado, hablas de la 'forma de ser' y dices que no crees que sea inmutable; en cuanto a ésto habría que aclarar que consideramos 'forma de ser'. Yo personalmente considero que se trata de lo que tú eres de verdad, lo que genéticamente 'viene de fábrica' -valga el símil no demasiado afortunado, creo-, y ésto es definitivamente inmutable. Lo que nosotros podemos manejar y cambiar para mejorar (no sólo uno mismo sino su relación con los demás) son nuestras reacciones y actitudes hacía quien nos rodea y a lo que nos sucede. Además, y siguiendo con la crítica a tu planteamiento ideal y aséptico, en no pocas ocasiones desconocemos sea la recompensa, sea el esfuerzo a empeñar. O incluso ambos dos.
Sí estoy de acuerdo contigo en eso que dices sobre los lamentos. No solucionan nada, y rara vez desahogan; sólo hacen crecer nuestra frustración y el sentimiento de impotencia.

Anónimo dijo ...

Oprolmio, no comparto tu visión. Me parece que dejas completamente fuera la capacidad de cambio de cada uno, dando por sentado que no está en nuestra mano hacer nada.

Por supuesto, cualquiera de nuestros puntos de vista es indemostrable. Yo puedo afirmar que los que llegaron lejos lo hicieron cambiando ellos y su entorno, y tu argumentarás que fueron las circunstancias y no ellos.

En cualquier caso, creo que no es preciso analizar todas las variables para empezar a cambiar, y no es necesario hacerlo de modo radical. Se pueden ir haciendo pequeños cambios que tengan marcha atrás, hasta llegar al punto donde decidamos saltar.

Tampoco es imprescindile conocer a priori en detalle el esfuerzo a realizar y la recompensa. En toda decisión existe un riesgo, nuestra insatisfacción con la situación actual modificará el umbral de riesgo que estamos dispuestos a asumir. Por supuesto, el umbral de riesgo de cada uno es diferente, pero tampoco creo que sea algo completamente estático determinado por nuestra genética.

Unknown dijo ...

oprolmio, jaizki es un orgullo para este blog el nivel de vuestras reflexiones...

Lo mismo que la de todos los demás. No sé si lo he hecho hasta ahora, pero quiero agradeceros a todos los que pasais por aquí que compartais con todos vuestra forma de ver la vida.

Es muy enriquecedor.¡Gracias por ello!.

Oprolmio dijo ...

jaizki, intuyo que en el fondo pensamos de forma no tan distinta. Una eventual insatisfacción con tu situación te hará variar necesariamente el umbral del riesgo que estás dispuesto a asumir; además, puedes buscar modificaciones parciales -incluso sin posibilidad de marcha atrás- que no conlleven cambios radicales eventualmente insatisfactorios (el cambio como pérdida), y que nos permitan dar un giro a esa determinada situación.
Lo que pretendo decir es, precisamente -y parafraseándote- que no está en nuestra mano hacerlo todo; que hagas lo que hagas necesitas siempre que para determinados fines te acompañen determinadas ciscunstancias vitales, sin las cuales tus esfuerzos e intenciones serán vanas, infructuosas, y -lo que es peor para alguien en búsqueda de mejora- frustrantes.
Pero por supuesto no afirmo que éstas sean el único motor del cambio; no me considero un determinista, desde luego.
Es por ésto que creo que no andamos tan lejanos el uno del otro.
Por cierto telémaco, el placer es mío. Aprendo mucho de vosotros.
Gracias, y saludos.

Anónimo dijo ...

Siento haber llegado tarde, pero me parece necesario aclarar mi comentario anterior. Mal me he expresado si parece que creo que un día alguién se levanta con espiritu de ONG y funda una empresa "para pagar sueldos". Creo que lo hace pensando, sobre todo, en si mismo. Realmente, me gusta y motiva tu idea/objetivo de la empresa como entorno de colaboración y beneficio mutuo.

Estoy de acuerdo con Jaizki en que todos podemos elegir cambiar (aun con las restricciones de cada "EGO-SISTEMA") y eso es lo que planteaba, que además de quejarnos, podemos intentar cambiar. Pero los que no nos atrevemos a hacerlo, no perdemos nuestro derecho a la crítica. Como dice oprolmio, ser empleado o empleador no te convierte en bueno/malo de forma automática.

Unknown dijo ...

rafa ya me parecía a mi que probablemente te estaba malinterpretando. Gracias por tus comentarios.