El montón de ladrillos

Hasta el día de hoy, nunca ha sucedido que cuando un camión descarga un montón de ladrillos y unos sacos de cemento en un solar, estos caigan de manera que quede constituido un edificio.

Tampoco nunca se ha visto aparecer el edificio, por el simple hecho de poner una persona al lado del montón, encargada de vigilar que estos no se pongan a perder el tiempo.

Por la misma razón, el hecho de contratar a un montón de personas y mantenerlas juntas en una oficina no es suficiente para que constituyan un equipo productivo que sea capaz de realizar de forma eficiente un proyecto, ni siquiera cuando a uno de ellos se le encarga que controle que los demás permanezcan en su puesto de trabajo sin estar nunca ociosos.

Y yo ...., a estas alturas, mientras subo mi piedra, sigo cantando "Algo personal" de "Ella Baila Sola":

“La falta de interés me está destrozando.
Dame algo en qué pensar, para ir empezando.
Dame una guerra donde luchar
Dame una meta donde llegar
Dame un motivo, dame una idea
Pero dame algo en qué pensar.”

Pero ... eso sí ... a escondidas ;) porque al jefe no le gusta que cantemos.

motivación, equipo