viernes, octubre 14, 2005

Colegas en el Tártaro

Hoy quiero hablar de mis compañeros en el Tártaro. Porque no soy el único que padezco un castigo eterno aquí, de hecho cuando yo llegué ya curraban aquí 3 compañeros y después de mí llegaron Ixión y las 50 (en realidad 49) Danaides, y esas si que curran.

El primero que llegó fue Ticio, el gigante atado y con dos buitres royéndole eternamente el hígado (que le renace con las fases de la luna) por haber intentado violar a Leto .

Después Prometeo, que por robar el fuego a los dioses también entró al club, para que un águila le devorará el hígado (los dioses a veces tienen poca imaginación). Pero Heracles pasó por aquí cazando y mató al águila, por eso Prometeo volvió al Olimpo; aunque eso sí, sigue arrastrando la roca a la que le encadenaron, porque todavía no han conseguido encontrar la llave del candado.

Después le tocó a Tántalo, en perpetua sed y hambre (el río se secaba cuando iba a beber y los árboles le escondían sus frutos cuando se acercaba), por haber querido igualarse a los dioses y servirles en un banquete el cuerpo de su propio hijo.

Después fue mi turno, Sísifo, condenado a subir esta gran piedra a lo alto de una colina eternamente, pues la piedra, al llegar casi a la cima, vuelve una vez tras otra a caer. Y sólo por querer engañar a la muerte.

Después Ixión, que trató de seducir a Hera y ponerle los cuernos a Zeus y fue atado con serpientes a una rueda ardiente que gira eternamente.

Por último las 50 Danaides (bueno las 49 porque Hipermnestra se libró por los pelos y ahora tiene una cadena de hipermercados), que se ven obligadas, sin fin, a llenar una gran tinaja sin fondo con cántaros rotos, por haber asesinado a sus maridos en la noche de bodas.

Ultimamente hay muchisimos más, ahora subiendo la colina me cruzo constantemente con gente que no conozco de nada. Es que últimamente los de recursos humanos del Tártaro pasan de "socialización" y no se molestan ni en presentarte a nadie.

5 Comentarios:

Miguel Perez dijo ...

Me gustó mucho este recorrido para conocer a tus compañeros del Tártaro, además de ilustrativo, estuve muy entretenido leyendo todas las cosas interesantes de tus post anteriores, has ganado un seguidor.

Muchas gracias por tus comentarios en mi blog.
Saludos!

Anónimo dijo ...

Los que trabajamos en consultoras grandes estamos acostumbrados a esa situación. Un día apareces en la oficina y te encuentras a alguien sentado en tu PC (algunos tenemos PC y sitio asignado). Cuando te repones del susto te das cuenta de que es uno nuevo que no sabía nada y está consultando el correo. Ahora sólo tienes que pedirle con suavidad que se vaya y te deje trabajar.

Unknown dijo ...

miguel encantado de verte por aquí. Me alegro de que te haya gustado.
oscar eso no me ha pasado nunca. ¡J..r que susto!¿no? Pero a mí, si un día llego abajo y veo que un "nuevo" está en mi puesto subiendo la roca, casi que no le digo nada.

Lula Towanda dijo ...

A ver si ponen un ascensor, porque con tantos Sísisfos ya hay mercado para montar el bisnes. :-)

Unknown dijo ...

Sé por donde vas Pilix. Si es verdad que no hemos avanzado demasiado.

Lula, pues es buena idea. Podríamos copiar el que tienen en Alicante para subir al castillo. Y no es lo mismo ser ascensorista que acarreador de rocas.