sábado, febrero 17, 2007

El secreto del éxito en la vida

Creo que por fin he vencido a la Influenza. Pero no sé si a causa de ella o de leer lo que escribe últimamente mi amigo johnymepeino, me he quedado con las defensas tiradas por el suelo.

Seguramente por eso me he acordado de uno de los cuentos más bellos y más tristes que he leído nunca:

Hace algún tiempo, un joven hombre, prometedor profesional, llegó a casa y vio como su única y pequeña hija de 4 años, sentada en el suelo rodeada de trozos de papel dorado, intentaba envolver una caja de cartón con lo poco que quedaba entero del papel, para ponerla debajo del árbol de navidad.


Aquel hombre reprendió y castigó a su hija por coger sin permiso y desperdiciar el carísimo rollo de papel que él había comprado, para envolver los regalos de navidad que iba a hacer a sus mejores clientes.

Aunque su nivel de vida no era en absoluto malo, las hipotecas pesaban como losas y siempre tenía muy presente lo que su padre le repetía constantemente, "Mira hijo, el secreto para tener éxito en la vida es ganar mucho dinero y no malgastarlo". Por eso perdió el control y explotó en furia cuando vio a la niña tratando de envolver la caja.

A pesar de la regañina, a la mañana siguiente la niña le llevó el regalo a su padre a la cama y le dijo: "Esto es para ti, papá". Él, sintiéndose profundamente avergonzado se levantó de la cama y abrió el regalo,... pero volvió a explotar en furia cuando vio que la caja estaba vacía.

Recriminó a su hija gritándole: "Es que no sabes que cuando das un regalo a alguien se supone que debe haber algo dentro?"

La pequeña levantó la cara hacia su padre con lágrimas en los ojos y dijo: "Oh, papá, no está vacía, yo metí muchos besos dentro de la caja, todos para tí."

En aquel momento el padre deseó estar muerto; y llorando como un niño rodeó con los brazos a su pequeña y le suplicó que lo perdonara.

Se cuenta que el hombre guardó esa caja dorada cerca de su cama durante muchos años y que cuando se sentía triste tomaba de la caja un beso imaginario y recordaba el amor que su niña había puesto ahí.

Pero lo cierto es que pasados los años se olvidó de la caja. Y él también enseñó a su hija "el secreto del éxito en la vida"


Fotografía de NanoH

9 Comentarios:

Anónimo dijo ...

Muy bueno y muy triste. Pero no cabe otro final. Como casi siemrpe.
un abrazo y buen finde.

ȘøȤȋǾþåŧɥɨК dijo ...

Acabo de venir de ver en busca de la felicidad y me he encontrado con esto.... la vida es una mi....

Encantada de conocerte, ;)

Anónimo dijo ...

El secreto de la vida es tener un escroto rasurado y bien perfumado, chicos. Así, aunque el mundo te patee, podrás decir "No importa. Mi escroto está limpio y bonito."

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo ...

¡Y cuántas veces no desperdiciaremos preciosas cajas vacías! Simplemente porque insistimos en verlas vacías, cuando, en realidad, van repletas de estupendas cualidades. El problema es nuestro, que no tenemos ojos para verlas.

Lula Towanda dijo ...

Me lo decía mi abuelito,
me lo decía mi papá,
me lo dijeron muchas veces
y lo olvidaba muchas más.
Trabaja niño no te pienses
que sin dinero vivirás.
Junta el esfuerzo y el ahorro
ábrete paso, ya verás,
como la vida te depara
buenos momentos. Te alzarás
sobre los pobres y mezquinos
que no han sabido descollar....

Gracias a Jose Agustin Goytisolo y a Paco Ibáñez se me quitaron las ganas del ´"éxito en la vida"

Unknown dijo ...

Vailima la verdad es que el final lo he cambiado del que leí. Es que los que escriben cuentos se empeñan en que siempre acaben bien y pierde todo el realismo.

mariquita la vida es maravillosa, pero la felicidad hay que buscarla dentro, fuera solo hay mi..

bastardo anónimo yo por si acaso no voy a correr riesgos jugando con cuchillas.

julen sólo vemos lo que comprendemos y hay ciertas cosas que hace tiempo que no comprendemos fuera de los cuentos.

lula si, la verdad no se porque estamos tan empeñados en conseguir éxito, no vale para casi nada.

admin dijo ...

Qué relato más enternecedor! Me ha sacado las lágrimas hacia el final, de veras.

Fernando García Pañeda dijo ...

Los cuentos nunca deberían acabar mal. Si no, ¿en qué se diferencia un cuento de la vida real? Un cuento, un poema, se hacen para cambiar la vida, no para recrearse en su inmundicia.

Unknown dijo ...

porfineslunes como no te voy a creer si a mi me pasó lo mismo.

fernando en eso no había pensado.

Pero si acaban bien tampoco estas preparando para lo que se le avecina a los que escuchan el cuento.

No lo tengo claro, tengo que reflexionar más sobre el tema.