El traje del emperador
Desde que era un niño me ha inquietado el final del cuento “El traje nuevo del emperador” de H.C. Andersen.
El final oficial es:
-¡Pero si no lleva nada!¡Está desnudo! -exclamó de pronto un niño.
-¡Dios bendito, escuchen la voz de la inocencia! -dijo su padre; y todo el mundo se fue repitiendo al oído lo que acababa de decir el pequeño.
-¡No lleva nada; es un chiquillo el que dice que no lleva nada!
-¡Pero si no lleva nada! -gritó, al fin, el pueblo entero.
Aquello inquietó al Emperador, pues barruntaba que el pueblo tenía razón; mas pensó: «Hay que aguantar hasta el fin». Y siguió más altivo que antes; y los ayudas de cámara continuaron sosteniendo la inexistente cola.
Pero siempre me pareció que falta algo. ¿Qué pasó con el niño? , ¿Cómo reaccionó el pueblo cuando el desfile continuó? . ¿Qué pasó con los estafadores? ¿Qué pasó con el viejo ministro? . Pero ¿Cuál es la moraleja?. Es como si le faltase una última página tal que:...
El pueblo entero enmudeció al ver que el Emperador continuaba caminando como si nada ocurriese.
Una voz se elevó de entre la multitud grito: ¡Es un traje precioso!¡Elegantísimo! Y todo el pueblo vitoreó al emperador y elogió su nuevo traje.
Los dos estafadores fueron nombrados ministros y montaron una industria de tela en que emplearon a casi todo el pueblo. Pusieron de gerente de la misma al viejo ministro.
El niño fue nombrado “Tonto del pueblo” y el emperador dio orden de que se tomasen las medidas necesarias para nunca volver a tenerlo ante sus ojos.
Pasados unos años y harto de soportar las burlas y escarnios de todo el mundo el niño decidió marcharse a otras tierras.
9 Comentarios:
Parece que la vuelta se hace dura a todo el mundo y se ven un poco las cosas negras, eh?
Espero que realmente alguien del pueblo tuviese una bitácora y después comentasen las palabras del niño en la blogsfera!
Posiblemente este cuento es mi metáfora favorita de lo que está ocurriendo en las empresas pero tu final me ha encantado. Me temo que la semana que viene haré un cortipega de tu post, citándote, por supuesto.
Pues el final es muy acorde con los tiempos, el triunfo de la realidad virtual sobre la verdad. Bien pudiera ser que el niño se hiciera mayor o que madurase con este suceso y se uniera al coro de aduladores y fuera feliz el resto de sus días.
Hoy día los "niños" aprenden pronto las reglas del juego y ya no pasa eso. Un sufrimiento menos.
Por favor, a estas horas de la mañana del lunes no se hace esto.
¡Que me queda toda la semana viniendo a la oficina!
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Joserra tiene razón en que la vuelta se me hace dura.
Andres me alegro de compartir contigo el punto de vista, aunque la correción de Lula seguramente se acerca más a la realidad de hoy en día.
Oscar, lo siento, intento no transmitir negatividad pero sacarla fuera alivia la presión. Estoy intentando resetearme como me aconsejaba Lula en otro post, en cuanto encuentre el botón de reset lo hago, prometido.
Tenías razón, yo era el niño del cuento del emperador.
(lo malo es que el pueblo no me apoya...)
en fin..
(menos mal que saqué del baúl las guarras en rejilla, valió la pena)
Podemos montar un clubs de niños del cuento del traje del emperador, porque creo que somos más de lo que parece a simple vista.
El mundo al revés. ¿Por qué en los cuentos de niños no nos decían que en la vida hay que hacer exactamente lo contrario de lo que escribían allí? Creces con cuentitos que te cuentan mamá y papá, como que al final el bueno siempre gana, el malo pierde y las princesas son recatadas in extremis por el príncipe. Mentira, mentira, mentira. En la vida real, todo o casi todo es exactamente lo contrario, creo que me estoy acercando al concepto de "persona de éxito": aquélla que ha comprendido que este mundo es una m***, lo acepta, lo integra, no lucha contra ello y trata de sacarle partido. Duro, pero cierto. Ahora lo entiendo.
porfineslunes resulta difícil de creer, pero estás cerca de alcanzar la felicidad, que como todo el mundo sabe es inversamente proporcional a la diferencia entre lo que se tiene y lo que se espera tener.
Cuando te das cuenta de como es el mundo y de que es mejor no esperar nada de él.. la diferencia con lo que tienes tiende a cero y tu felicidad a infinito.
Dejas de aplazar la felicidad esperando a unas expectativas futuras que no se van a producir y empiezas a ser muy feliz con las cosas pequeñas que te rodean (y siempre te han rodeado)
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