
Ayer hice un descubrimiento sorprendente.
Estaba dando un paseo por la ribera de un río cercano, cuando llegue hasta una pequeña fuente de la que manaban aguas extrañamente turbias y malolientes, seguramente
sulfurosas.
Allí, al borde del manantial, un señor de mediana edad se mojaba una vez tras otra la cabeza usando aquellas pestilentes aguas, mientras su mujer le sujetaba el abrigo.
Aunque no me atreví a preguntar, debió notar mi curiosidad en la forma en que le miraba. Y comenzó a explicarme que aquellas aguas eran milagrosas, que venía casi todas las semanas desde hacía bastantes años, pues le curaban la
caspa, cosa que no había podido hacer ningún champú, pomada o pastilla recetada por los muchos especialistas a los que había consultado.
Y no sólo eso, también me explicó bajando la voz con aire confidente, que le habían curado otro mal muchísimo más desagradable y molesto. Le habían curado la
Podobromhidrosis (el mal olor de pies).
Según me explicó le olían muchísimo los pies, pero ... cuando se los lavó con el agua del manantial dejaron de olerle.
Casualmente, después de tanto caminar, al llegar a casa y descalzarme, también note cierto tufillo desagradable, así que fui hasta el
bidé de mi baño y me lavé los pies con el agua que salió por el grifo y... ¡no os lo vais a creer! ... ¡
inmediatamente dejaron de olerme mal!.
¡El agua que sale del grifo de mi bidé
(1) es milagrosa!.
¿Que pensáis? ¿Llamaré a
Iker Jimenez para que me saque en su programa?
(1) Al Buscar
"bidé" en la wikipedia, aparece una referencia al blog
86400. ¿Curioso, no?. Como me ha dado algo de envidia, me he registrado en la
Wikipedia y he creado el primer esbozo del artículo
Podobromhidrosis que inexplicablemente no estaba.